RAY CHARLES – ES

IV Cancún Jazz Festival Jazz in Paradise '94MÉXICO, CANCÚN
Mayo/1994

Ray Charles

Nacimiento: 23 de septiembre de 1930, Albany, Georgia, Estados Unidos
Fallecimiento: 10 de junio de 2004, Beverly Hills, California, Estados Unidos de cáncer.

Su trayectoria discográfica se inició en 1953, cuando fue contratado por el agente Ahmet Ertegun, que le introdujo en la compañía Atlantic Records. A partir de entonces Ray Charles sería conocido como una de las figuras señeras e imprescindibles del rhythm & blues. Vivió sucesivamente en diversas ciudades (Nueva Orleans, Texas) y, tras unirse a Ruth Brown, formó una banda en la que también se integraron David Newman (saxo) y Joe Bridgewater (trompeta). A mediados de la década de los años cincuenta Ray Charles creó esa suerte de magnífica fusión entre el blues, el gospel y el swing, e impuso a su música también lo frenético del rock & roll.

Ya con su canción I got a woman (1954) se situó en lo más alto de la música negra. No obstante, esto fue sólo el principio. Después llegarían otros grandes éxitos como Hallelujah o I love her so, en los que introdujo como novedad el piano eléctrico en bandas de rhythm & blues. Estas bandas, por otro lado, se asemejaban ya a grandes orquestas, en las cuales era posible encontrar a trompetistas como Joe Hunt o Marcus Belgrave, saxos como Hank Crawford, David Newman o Don Wilkerson, y contrabajistas como Edgar Willis, además de algún que otro coro femenino (las llamadas Raelets) con cantantes tan sobresalientes como Mary Ann Fisher o Marjorie Hendrix.

Durante los años cincuenta, que fueron mayormente de proyección internacional, participó en proyectos de músicos de jazz muy reconocidos, como es el caso de Milt Jackson (con quien grabó el famoso Soul brothers), Betty Carter, Oscar Pettiford, Kenny Burrell o Billy Mitchell. También triunfó en algunos festivales carismáticos como el de Newport (1958) o en el templo del jazz, el conocido Carnegie Hall (1959). En 1960 visitó Europa y triunfó con su éxito Georgia in my mind; en el viejo continente, en los años ochenta, sería incluso más reconocido que en Estados Unidos.

Ray Charles fue uno de los mitos del rhythm & blues. Su estilo, personalísimo y eficaz, influido en primera instancia por Louis Jordan, Charles Brown y el inefable Nat King Cole, siguió ganando adeptos durante medio siglo y ha hecho de él uno de los personajes más carismáticos de la historia de la música. Su fusión de variados estilos musicales resultó un hallazgo. Conjugó a la perfección rhythm & blues y rock & roll, sin olvidar sus guiños al jazz (por ejemplo, en su colaboración con Benny Carter) u otros estilos tales como el country, la opereta, el gospel o el pop.

Su voz rota, marcada y trágica una veces, melodiosa y dulce otros, e instalada en la frontera de sus propios recursos interpretativos.

Como pianista, su estilo también marcado y percusivo fue casi insuperable dentro del estilo del blues negro. Acordes superpuestos, ritmo frenético o melodías suaves y cadenciosas en las baladas son los rasgos musicales más características de Ray Charles al piano.

Una enfermedad hepática, que arrastró durante mucho tiempo, no le impidió, pocas semanas antes de su muerte, celebrar su concierto número 10.000 en el Teatro Griego de Los Ángeles. Su funeral, al que acudieron 1.500 personas dentro del recinto religioso y cientos de admiradores en el exterior
La última grabación que hizo en vida, un disco de duetos titulado Genius loves company (en el que participaron entre otros Norah Jones, Van Morrison y B.B. King) fue un auténtico éxito de ventas que se colocó en el número 2 de las listas de los más vendidos de Estados Unidos. En febrero de 2005, el disco fue galardonado con ocho premios Grammy

Entre 1950 y el ocaso, 104 discos simples, 51 álbumes, 11 películas, 17 premios, su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood…, y según la revista Rolling Stone, “número 10 entre los 100 mejores artistas de todos los tiempos”, y más tarde, en la lista de “los 100 mejores cantantes de todos los tiempos”, segundo, sólo superado por Aretha Franklin.

Eso puede sonar como un sacrilegio, pero pienso que Ray Charles fue más importante que Elvis Presley. Billy Joel

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