YEVGUENI SVETLÁNOV – ES

Evgeny Svetlanov

Nació el 6 de septiembre de 1925 en Moscú.
Svetlanov muere en su casa de Moscú durante la noche del 3 al 4 de mayo de 2002.

Sus padres eran miembros de la compañía del Teatro Bolshoi. El padre era cantante y la madre actuaba como mimo. A los tres años apareció en escena como el hijo de Madame Butterfly de Puccini. Luego cantó en el coro del Teatro.

Ingresó en el Instituto Gnessin estudiando composición con el propio Mikhail Gnessin y piano con Mariya Gurvich, discípula del compositor y pianista Nikolai Medtner. Como intérprete al piano, Svetlanov fue un gran defensor de la música de Medtner.

En 1951 termina sus estudios en el Instituto Gnessin, ingresando en el Conservatorio de Moscú. Estudia piano con Heinrich Neuhaus, composición con Yuri Shaporin y dirección de orquesta con Alexander Gauk. Entre sus primeras obras sinfónicas encontramos la breve obertura “El alba en el campo” escrita en 1949 y el poema sinfónico “Dangava” compuesto en 1952 inspirado en el rio del mismo nombre que atraviesa Letonia y basado en temas folclóricos de dicho país.

La fama conseguida por Svetlanov se basa en la dirección de orquesta. Su carrera empieza en 1953 dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la Radio de la Unión Soviética, de la cual Alexander Gauk era su director titular. Esta orquesta más tarde sería conocida como la Orquesta Sinfónica de la Radio de Moscú. Además Svetlanov en el mismo año empezó su colaboración con el Teatro Bolshoi, dirigiendo la ópera de Rimsky-Korsakov “La muchacha de Pskov”.

Svetlanov compone dos Rapsodias. La primera, compuesta en 1954, está inspirada en temas españoles con el título de “Cuadros de España”. Como muchos rusos Svetlanov adoraba la cultura española, especialmente el Flamenco. En el mismo año compone el poema sinfónico “Fantasía siberiana” con la colaboración del compositorIgor Yakushenko

La “Sinfonía Nº 1 en si menor” Op.13 fue compuesta en 1956 siguiendo el estilo de la escuela nacionalista rusa iniciada por Glinka. Era la obra preferida por Svetlanov. Construida en cuatro movimientos sigue la reglas de la tradición clásica.

El primer movimiento, allegro moderato, está escrito en forma sonata. El primer tema es presentado directamente al principio del movimiento. Un tema lírico suavemente oriental. El segundo tema aparece a continuación interpretado por la madera, con un componente más rítmico. Los temas se desarrollan conduciéndonos a una parte central más agitada con la intervención del metal. Los temas rítmicos contrastan con los melódicos hasta llegar a una sección de mayor fuerza dramática que nos conduce a su clímax con la intervención del metal. Termina con una recapitulación abreviada que finaliza con una tranquila coda.

El segundo movimiento, allegro vivace, corresponde al scherzo de la obra. Un tema rítmico de ambiente oriental, en forma de una danza guerrera, constituye el cuerpo de la sección. El trío constituye la parte lírica contrastante con su suave línea melódica, interpretada por solistas de la madera. Luego la cuerda retoma el tema de un modo más solemne. Finalmente se repite íntegramente la primera parte.

El tercer movimiento, largo, después de una breve introducción grave nos presenta una amplia melodía lírica, acompañada por los idílicos sonidos del arpa, en un ambiente de cuento oriental. Un solo del violín nos conduce a la parte central, donde la melodía se vuelve más trágica. Después de unas afirmativas frases del metal retorna al suave lirismo inicial que nos conduce a la coda.

El último movimiento, andante mesto, empieza con una sombría introducción donde se introducen motivos temáticos, de los que surge el tema principal de carácter rítmico, en forma de una danza rápida. El segundo tema está compuesto por una colorida melodía de rasgos rusos. El desarrollo nos conduce a situaciones algo más tensas con la combinación de los temas. El tema lírico es presentado de forma solemne llevándonos al clímax. Termina con la recapitulación en la cual nos muestra el triunfo de la melodía lírica.

Una sinfonía académica que pudiera ser firmada por el propio Rimsky-Korsakov. El principal problema de la obra es su fecha de composición, el año 1956. Si hubiera sido compuesta un siglo antes ahora la creeríamos como una obra genial. Pero considerando la música como un ente intemporal, olvidándonos de la fecha de composición, podemos gozar de una música que sigue fielmente las reglas de la composición romántica. Además debemos considerar que se trata de una obra de una relativa juventud, influenciada por sus maestros.

En 1962 es nombrado director titular de la orquesta del Teatro Bolshoi, pero dos años después por motivos políticos tan frecuentes en aquella época será destituido, después de una gira de la compañía visitando el teatro de La Scala de Milán.

Sin embargo en 1965 es nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS, una orquesta fundada en 1935. Svetlanov permanecerá al frente de la orquesta durante 35 años.

Compone una serie de Preludios para orquesta llamados “Reflexiones sinfónicas” en 1966 y el “Poema Festivo”, una obra patriótica en conmemoración de la batalla de Stalingrado en 1943.

A partir de 1970 empieza sus giras como director, actuando al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres, de la que será su principal director invitado desde el año 1979. Pero no olvida la composición, especialmente durante el año 1975 cuando escribe el poema sinfónico “El serbal rojo” que destaca por su popular melodía, el “Poema para violín y orquesta” dedicado a la memoria del gran violinista David Oistrakh, muerto en 1974 y las “Variaciones rusas para arpa y orquesta”, una brillante obra para un singular instrumento.

Una de sus obras más apreciadas es el “Concierto para piano en do menor” terminado en 1976. Una pieza lírica llena de melodía. La última partitura escrita por Svetlanov en 1978 es la “Segunda Rapsodia”, dedicada al compositor búlgaro Pancho Vladigerov y basada en melodías judías.

En 1984 dirige el “Boris Gudonov” de Mussorgski en la Royal Opera House. La llegada de la perestroika y la desintegración de la Unión Soviética desestabilizó el sistema en que se apoyaba el director. Muchos de los músicos emigraron en busca de mejores salarios. Esto es aplicable al propio Svetlanov, que colabora con la Orquesta de la Residentie de La Haya entre 1992 y 2000, además de ser el director principal de la Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca entre 1997 y 2001.

Estas salidas produjeron interferencias políticas en el año 2000 cuando Svetlanov fue destituido por el Ministerio de Cultura de su cargo de director de la Orquesta Sinfónica del Estado Ruso. Dijeron que pasaba demasiado tiempo en el extranjero.

Como compositor cultiva un estilo clásico arraigado en la tradición rusa. Su cargo de director le permite interpretar muchas de sus propias obras. Además compone piezas para piano, siendo un excelente pianista y obras de cámara como el “Quinteto para viento” subtitulado Un dia en el pueblo.

Pero la fama proviene de su faceta como director de orquesta. Sus grabaciones de música rusa se consideran insuperables, dejando una extensa colección de las mismas.

La orquesta encarnaba todas mis ambiciones. Evgeny Svetlánov

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